La lavanda
La lavanda es una planta aromática originaria de las regiones mediterráneas de Europa y África del Norte. Su nombre científico es Lavandula y pertenece a la familia de las Lamiaceae, la misma familia que la menta, el romero y la salvia. Esta hermosa planta ha sido cultivada por siglos por sus flores fragantes y su capacidad para relajar y calmar los sentidos.
La lavanda es una planta perenne que puede crecer hasta una altura de dos pies y media. Sus hojas son estrechas y de color grisáceo, y sus flores son de un color púrpura claro. Sin embargo, también existen variedades con flores de color rosa, blanco y azul.
La lavanda (también llamada espliego en algunos países) se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina tradicional para tratar diversas dolencias, como dolores de cabeza, problemas digestivos y trastornos del sueño. También se utiliza en la aromaterapia para promover la relajación y reducir el estrés.
En cuanto al cultivo de la lavanda, se puede plantar en una amplia variedad de suelos, siempre y cuando sean bien drenados y tengan un pH entre 6.5 y 7.5. A la lavanda le gusta el sol y prefiere un clima cálido y seco, aunque algunas variedades pueden tolerar temperaturas más frías.
La lavanda es una planta fácil de cultivar y requiere poco mantenimiento. Una vez establecida, puede resistir períodos de sequía y necesita pocos fertilizantes. Es una excelente opción para los jardineros principiantes y también para aquellos que buscan agregar una hermosa planta aromática a su jardín.
Antes de comenzar, no te pierdas el vídeo en nuestro canal de Youtube de 7 errores que los jardineros cometen al cultivar lavanda:
Cómo cultivar lavanda en mi jardín
Cultivar lavanda en tu jardín puede ser una experiencia maravillosa, ya que esta planta es fácil de cuidar y aporta un toque de belleza y aroma a cualquier espacio exterior. Aquí te brindamos una guía detallada sobre cómo cultivar lavanda en tu jardín y disfrutar de su aroma y de sus bellas flores.
- Elección del lugar adecuado: Antes de plantar tu lavanda, debes elegir el lugar adecuado para su crecimiento. La lavanda necesita sol directo durante la mayor parte del día, así que busca un lugar soleado y cálido en tu jardín. También es importante que el suelo sea bien drenado y tenga un pH neutro a ligeramente alcalino (entre 6.5 y 7.5). Evita plantar lavanda en suelos con exceso de humedad, ya que esto puede causar la pudrición de las raíces.
- Preparación del suelo: Una vez que hayas elegido el lugar adecuado para tu lavanda, es hora de preparar el suelo. Comienza por remover cualquier planta o maleza existente en el área. Luego, afloja el suelo a una profundidad de al menos 20 cm y agrega materia orgánica como compost o estiércol bien podrido. Esto mejorará la textura del suelo y proporcionará los nutrientes necesarios para el crecimiento de la lavanda.
- Plantación de la lavanda: La mejor época para plantar lavanda es en la primavera, después de que haya pasado la última helada. Si estás plantando más de una planta de lavanda, deja un espacio de al menos 60 cm entre cada planta para que tengan suficiente espacio para crecer. Excava un hoyo en el suelo lo suficientemente grande como para acomodar las raíces de la planta y asegúrate de que la corona de la planta (el punto donde se unen las raíces y el tallo) esté nivelada con la superficie del suelo. Riega bien la planta después de plantarla.
- Cuidado y mantenimiento: La lavanda es una planta resistente que requiere poco cuidado y mantenimiento. Asegúrate de regarla regularmente durante el primer año después de la plantación para asegurar que las raíces estén bien establecidas. Después de eso, riega solo cuando el suelo esté seco al tacto.
La lavanda no necesita mucha fertilización, pero puedes aplicar un fertilizante equilibrado una vez al año durante la primavera. Asegúrate de no aplicar demasiado fertilizante, ya que esto puede estimular el crecimiento de follaje en lugar de flores.
Recorta la lavanda después de la floración para mantener su forma y fomentar un crecimiento más denso. Puedes hacer esto cortando las flores marchitas y podando la planta alrededor de un tercio de su tamaño original.
- Problemas comunes: La lavanda es una planta resistente, pero aún puede ser susceptible a ciertos problemas. Uno de los problemas más comunes es la pudrición de las raíces causada por el exceso de humedad en el suelo. Para evitar esto, asegúrate de que el suelo esté bien drenado y no riegues en exceso.
Otro problema común es la infestación de plagas como la polilla de la lavanda, el pulgón y la araña roja. Para prevenir la infestación de plagas, mantén tu planta sana y bien ventilada. Si detectas la presencia de plagas, puedes usar soluciones naturales como aceite de neem o jabón insecticida para eliminarlas.
- Propagación de la lavanda: La lavanda se puede propagar a partir de semillas, esquejes o división de plantas. La propagación por semillas es un proceso más lento y requiere más cuidado, mientras que la propagación por esquejes o división de plantas es más rápida y fácil.
Para propagar la lavanda por esquejes, corta un trozo de tallo de alrededor de 10 cm de largo en la primavera o el otoño. Retira las hojas de la parte inferior del tallo y sumerge el extremo cortado en hormona de enraizamiento. Planta el esqueje en una mezcla de tierra para macetas y arena y mantenlo húmedo hasta que se establezca.
Para la división de plantas, desentierra la planta en la primavera y divide las raíces en secciones más pequeñas. Vuelve a plantar las secciones en el suelo preparado y riega bien.
- Cosecha y uso de la lavanda: La lavanda se puede cosechar principalmente en la primavera y el verano, justo antes de que las flores estén completamente abiertas. Corta los tallos justo por encima de las hojas y sécalos en un lugar fresco y bien ventilado. Una vez que estén secos, puedes usar los tallos para hacer sachets, aceites esenciales, tónicos faciales y más.
La lavanda también se utiliza comúnmente en la aromaterapia para aliviar el estrés y la ansiedad. Puedes hacer un té de lavanda para beber antes de dormir o agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda en tu baño para relajarte.
¿Quieres aprender a preparar infusión de lavanda? No te pierdas nuestro vídeo:
Como has podido comprobar en el artículo, cultivar lavanda en tu jardín es una experiencia gratificante y fácil. Solo necesitas elegir el lugar adecuado, preparar el suelo, plantar y cuidar tu planta con regularidad. Con el tiempo, tendrás una hermosa planta que aportará belleza y aroma a tu jardín, y podrás disfrutar de sus beneficios terapéuticos y culinarios.