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¿Qué sembrar en Enero en el hemisferio norte en el huerto? Resumen
Enero es un mes típico invernal, con frío, viento, lluvia… incluso nieve y heladas en el hemisferio norte pero, dependiendo en la zona del mismo en la que viváis, las cosas cambian ¡y mucho!
Probablemente, en el norte de Europa o América, donde el frío, la nieve y las heladas son frecuentes durante el invierno, hay muchas variedades que no podremos hacer germinar, a no ser que las cultivemos en invernaderos especialmente preparados para ello y suministrándoles los máximos cuidados o también podremos hacerlo en el interior de casa, proporcionando a nuestros semilleros las mejores temperaturas y cuidados.
En la parte sur de Europa, como por ejemplo en España, esto cambia mucho y en el país del sol por excelencia, podemos cultivar nuevas variedades y, además, continuar sembrando muchas plantas que, en otros lugares, sería imposible por la climatología.
Pues bien ¡vamos allá!
Qué y cómo sembrar las plantas o semillas en el huerto en Enero
A continuación, no todo, pero sí bastante de lo que podemos sembrar durante este mes de Enero en el hemisferio norte del planeta (Ordenado alfabéticamente para una mejor identificación y búsqueda):
Acelgas, Ajos, Apio, Berenjenas, Borrajas, Cebollas, Espinacas, Guisantes, Habas, Lechugas, Perejil, Puerros, Rábanos, Remolachas y Zanahorias.
Cómo sembrar cada planta:
Os detallamos cómo, cuándo, dónde y por qué se debe sembrar cada una de las siguientes plantas en enero:
Acelgas
Las acelgas las deberíamos de sembrar de forma directa, aprovechando la luna creciente pues así conseguiremos que no se endurezcan y duren más tiempo.
Al plantarlas, debemos colocar 3 o 4 semillas en cada hueco, manteniendo una distancia de al menos 30 centímetros entre cada uno.
Se debe evitar sembrarlas durante los meses más fríos y, aunque piden riego diario, nunca debemos encharcar el suelo puesto que eso podría pudrirlas.
Germinarán, aproximadamente, tras 10 días y desde entonces, podemos recolectarlas según las necesitemos lo que, además de ser muy cómodo para nosotros, estimula, aún más, su crecimiento.
En cuanto al lugar donde sembrarlas en nuestro huerto, no provocan problemas a ningún otro cultivo pero se alían perfectamente con: judías verdes, nabos, rábanos y zanahorias.
Ajos
Lo mejor es sembrarlos con luna menguante, de forma directa y con las puntas de los dientes hacia arriba para facilitar la salida de las hojas cuando comience a germinar.
El invierno o Enero es uno de los meses de excelencia para cultivar estos bulbos, debido a que en esta parte del planeta hay menos variedad de siembra.
No se siembran semillas, sino los dientes o bulbos que forman la cabeza.
Necesitan mucha luz para desarrollarse bien así que el lugar de plantación deberá ser donde les de mucho sol.
Enero, es ideal para sembrar el ajo blanco y la mejor época para el ajo morado se dará a principios de la primavera por lo que, ahora, sólo nos ocuparemos del ajo blanco..
La distancia entre cada planta ha de ser de unos 10 centímetros y, una vez sembrados los ajos, germinarán a los 10 o 12 días.
Cuanto más frío sea el clima del lugar en el que hayamos plantado y cultivado nuestros ajos, el sabor de éstos será más picante.
Es un cultivo que crece muy bien cerca de apio, lechugas, coliflor, remolacha, repollo, rosas, tomates y zanahorias, en cambio no debemos plantarlo cerca de las legumbres (garbanzos, habas, judías, lentejas, etc.) ya que no congenian tanto.
Apio
El apio debe sembrarse aprovechando la luna creciente, en semillero o maceta y, preferentemente en turba, a unos 4-5 centímetros de profundidad y a una distancia de 30 centímetros entre plantas, colocando un par de semillas en cada hueco para tener, así, más probabilidades de que, al menos una, germine.
Es un cultivo que exige luz y agua así que hay que mantener el suelo húmedo, sin encharcarlo y colocar la maceta o semillero en un lugar donde reciba luz del sol o, en su defecto, artificial.
Germinará a los 20 días y, cuando mida unos 15 centímetros, hay que trasplantarlo, pero sin olvidar que, si fuera hace demasiado frio, es mejor no hacerlo.
Cuando los tallos hayan crecido unos 20 centímetros, ya se podrán cosechar, como en el caso de las acelgas, a demanda.
Es importante saber que el apio no se lleva bien con el eneldo y el maíz, pero por el contrario se asocia muy bien con: ajo, brócoli, cebollino, coles, espinacas, judías verdes, repollo y tomates.
Berenjenas
Ya podremos a empezar a cultivar nuestras berenjenas y tendremos la precaución de que hay que sembrarlas en semillero calefactado (o en interior de casa), coincidiendo con la luna menguante y manteniendo un espacio entre plantas de 50 centímetros.
Germinarán en unos 7 o 10 días y cuando el plantón mida 12 centímetros, aproximadamente, será el momento de trasplantarlas a su lugar definitivo, o sea, un suelo aireado, de buen drenaje, removido y con un pH ideal de 6-7. Si hemos de abonarlo, lo más recomendable es usar compost o estiércol.
Demandan mucha agua, pero sin encharcamiento para evitar problemas y, a la hora de recolectar nuestras berenjenas, cosa que podremos hacer pasados unos dos o tres meses, lo mejor es usar las tijeras para cortarlas por su tallo.
Si las plantamos cerca de otros cultivos como ajo, apio, capuchinas, cebollas, coles, espinacas, lechugas o rábanos, estarán estupendamente pero su cultivo no será el mismo si las asociamos con calabacines o pepinos.
Borrajas
Las borrajas atraen a las abejas, así que, además de para disfrutar de sus preciosas flores azuladas, podemos plantarlas con el fin de que atraigan a estos insectos hacia otros cultivos que también necesiten de ellas.
Su siembra debe ser directa, aprovechando la luna menguante y con una distancia entre plantas de unos 10 centímetros.
Las borrajas necesitan riego diario y su germinación se producirá en unos 10 días.
Podremos cosecharlas a los 2-4 meses desde el momento de su siembra, dependiendo de cómo sea la climatología.
Los cultivos que mejor se llevan con las borrajas son los de nabos y tomates. Es muy beneficioso plantarlos cerca unos de otros puesto que se ayudan a crecer más fuertes y mejor, además de actuar como abono natural ¡tenlo en cuenta!
Cebollas
Este tubérculo, imprescindible en toda cocina, tiene su mejor momento de siembra a principios de primavera, pero si el lugar donde vives tiene un clima templado, es posible sembrarlas, también, en enero y beneficiarnos de ello.
Deben sembrarse en semillero, protegidas y aprovechando la luna menguante.
Germinarán en 10 – 12 días.
Hasta que crezca el bulbo, necesitan riego abundante, pero después debe ser escaso.
Cuando midan unos 12 centímetros hay que trasplantarlas y respetar unos 10 centímetros entre unas y otras.
Si sembramos zanahorias y cebollas, los dos cultivos se protegerán mutuamente. Es la perfecta alianza. También los ajos protegen a las cebollas actuando contra las plagas.
Podremos cosecharlas en unos 3 meses.
Espinacas
También pueden, como otras hortalizas, sembrarse durante todo el año, pero su mejor momento es el otoño y principios de invierno porque soportan muy bien el frío.
Es el frío, precisamente, lo que hace que el sabor sea mucho mejor que en otras épocas del año ya que, demasiado sol puede volverlas algo amargas.
Tenemos que sembrarlas directamente y con luna creciente.
La distancia entre cada planta debe ser de unos 8 centímetros al menos.
Riego diario, sin encharcar, pero evitando que se seque la tierra.
Germinarán en unos 12 días.
Se podrán recolectar las hojas, de forma escalonada y a demanda, desde los 2-3 meses de su germinación.
Las espinacas se llevan bien con berenjenas, brócoli, coles, fresas, habas, judías, lechugas, nabos, patatas, pimientos, rábanos y tomates pero no tanto con las acelgas y la remolacha.
Guisantes
Los guisantes, además de ser sabrosos y un complemento perfecto para muchos platos de nuestra cocina, son beneficiosos para la tierra en la que se cultivan ya que, debido a que desprenden nitrógeno en ella, potencian el siguiente cultivo.
Pueden cultivarse durante todo el año, aunque en un clima templado, germinarán igualmente muy bien al plantarlos en enero.
Debemos sembrarlos de forma directa y aprovechando la luna creciente. El lugar de su siembra debe elegirse bien para que reciban luz solar y la distancia a guardar entre matas debería ser de unos 30 centímetros.
Necesitan riego, pero, como casi todas las plantas, sin encharcamiento, y mucho menos durante este mes de lluvias, nieve y frío, así que la mejor forma de mantener el caudal adecuado de agua sería usar riego por goteo, si nos es posible.
Germinarán a los 15 días de haberlos plantado y podremos cosecharlos al mes o mes y medio de hacerlo.
Se asocian bien plantados cerca de alcachofas, apio, brócoli, calabaza, coles, lechugas, maíz, menta, mostaza, nabos, patatas, pepinos, puerros y muchos más, pero no es bueno asociarlos con ajo, berenjenas, cebollas, espárragos, judías, perejil, pimientos y tomates.
Habas
Estas semillas, clasificadas como legumbres deben sembrarse, preferentemente, a finales de otoño o principios de invierno. Es una época excelente para hacerlo, sobre todo y lo hacemos de forma protegida (en semillero), coincidiendo con la luna creciente, con la parte negra hacia el suelo y a una profundidad ideal de 5-6 centímetros.
Germinarán en unos 15 días, más o menos.
Cuando las plantas midan unos 12 o 13 centímetros, hay que trasplantarlas, guardando una distancia entre una y otra de 30 centímetros.
Necesitan suelo húmedo, pero sin encharcamiento. Lo mejor sería, si no llueve, regarlas cada 2-3 días. Si hay lluvia, tendremos que comprobar el suelo y dilatar más los riegos.
Las habas se llevan muy bien con las espinacas, garbanzos, lechugas, lentejas, patatas y romero, pero no deben sembrarse cerca de ajos, aloe vera, cebollas, espárragos o puerros.
Lechugas
Son hortalizas de hoja, con muchísimas propiedades y, por supuesto, el elemento imprescindible y estrella de la mayoría de ensaladas.
Debemos sembrarlas en semillero, con luna creciente y entre sol y sombra. Sería ideal que la temperatura no supere los 30˚C para no adelantar la floración.
Necesitan riego diario y abundante. El frío hará que sus hojas estén, si cabe, aún más sabrosas que en otras épocas del año.
Germinarán, aproximadamente, en una semana.
Hay que trasplantarlas cuando midan 5 centímetros, guardando una distancia entre unas y otras de 10 centímetros.
Podremos recolectar y disfrutar de nuestras lechugas en unos 2 meses.
Las lechugas se asocian muy bien con un montón de plantas, así que mejor os decimos con cuáles no lo hace: apio, girasoles, judías y perejil. Mantenlos apartados de tus lechugas y crecerán mejor unos y otras.
Perejil
El perejil tenemos que sembrarlo de forma directa, usando semillas que habremos mantenido en remojo durante 24 horas y con luna menguante. El suelo donde lo sembremos sería, idealmente: abonado, fresco y profundo, aunque es una planta que se adapta bien a casi todo tipo de suelo.
Las matas necesitan una distancia de al menos 8 centímetros entre ellas para desarrollarse bien y el riego debe ser a diario, para asegurar una humedad constante pero sin encharcarlo.
Al perejil le gustan los climas cálidos pero puede cultivarse en casi cualquier otro clima.
Germinará, si lo hemos sembrado en verano, de 12 a 14 días; si, por el contrario, lo sembramos en diciembre, la germinación se alargará a unos 30 días.
Una vez haya germinado nuestro perejil, ya sabéis que podemos cosecharlo a demanda, cortando las hojas que necesitemos cada día para usarlas en nuestra cocina.
Las mejores asociaciones para el perejil son con berenjenas, coles, espárragos, maíz, patatas, rabanitos y tomates.
No es aconsejable sembrarlo cerca de apio, guisantes, lechugas, puerros y zanahorias.
Vídeo sobre los cuidados y cultivo del perejil
Si has decidido de cultivar perejil y quieres saber más en detalles y en vídeo sus cuidados y sus cultivo, no os perdáis el vídeo en nuestro canal oficial de Youtube:
Puerros
Podemos cultivarlos durante todo el año pero siempre, haciendo coincidir la siembra con el período de luna menguante, para que su crecimiento sea mejor y más rápido.
Con los puerros no tenemos que preocuparnos del calor o frío excesivos ya que son realmente resistentes.
Germinarán en 15 días y hay que trasplantarlos cuando midan unos 12 centímetros de alto y respetando una distancia entre cada planta de, al menos, 10 centímetros.
Podremos cosecharlos a las 5 o 6 semanas tras su siembra.
Los puerros se llevan bien con apio, brócoli, cebolla, coles, fresas, guisantes, lechugas, pimientos tomates y zanahorias. No son tan buenos amigos de acelgas, alfalfa, altramuces, judías, perejil, rábanos y remolachas.
Rábanos
Podemos plantarlos durante todo el año y su cultivo es sencillo y rápido.
Hay que plantarlos de forma directa y con luna menguante, ya que son tubérculos y esa es la mejor fase lunar para que se desarrollen.
La distancia entre unos y otros debe ser de unos 5 centímetros y la profundidad ideal de sembrado de 1 centímetro.
Dependiendo del clima del lugar donde los plantes, debes hacerlo en semisombra (si es muy cálido) o bajo sol directo, en un suelo que drene bien y cuyo pH ideal estaría en 7,4 puesto que, si es menor, el rábano puede enfermar con la hernia de la col.
Necesitan tierra húmeda constantemente, pero sin encharcarla, por lo que es aconsejable regarlos a diario.
Germinarán en 6-8 días y podremos recolectarlos a partir del mes de su siembra.
Los rábanos se llevan perfectamente con chirivías, coles y zanahorias. Además, son unas plantas que aportan mucho en el huerto ya que alejan de él a muchos insectos nocivos.
Video errores al cultivar rábanos
Si hemos decidido cultivar rábanos en invierno, deberemos de tener las siguientes precauciones si queremos tener una huerta exitosa (ver vídeo aquí):
Remolachas
Pueden sembrarse durante todo el año y enero no es mala época, siempre dependiendo de la zona del hemisferio norte en la que vivamos. De todas formas, hay más de 1.400 especies de ellas así que, raro será que no encuentres alguna, entre todas, que sea perfecta para el lugar en el que vives.
La siembra perfecta sería de forma directa y con luna creciente.
El mejor tipo de suelo para plantarla sería fértil, húmedo, no arcilloso, neutro y suelto.
La distancia entre cada planta debe ser, idealmente de unos 10 centímetros y, si procuramos cumplir los requisitos anteriores, seguramente en una semana o 10 días, habrán germinado.
La remolacha necesita que al regarla mantengamos el suelo húmedo pero, como siempre advertimos, evitando el encharcamiento y teniendo en cuenta, sobre todo en esta época del año, las lluvias.
Podremos cosecharlas en cuanto el bulbo sobresalga, aproximadamente a los 3 – 4 meses de la siembra.
Son aliadas en la plantación de otros cultivos como ajos, apio, cebollas, escarolas, espinacas, lechugas y repollos, pero no deberían plantarse junto con plantas leguminosas.
Zanahorias
Estos tubérculos, de crecimiento rápido, alimento completísimo y llenos de propiedades, pueden plantarse durante todo el año.
La siembra debe hacerse de forma directa y con luna menguante, introduciendo las semillas a unos 2 centímetros de profundidad y separadas unas de otras por 10 centímetros.
Germinarán a los 15 días de haberlas plantado y si las cuidamos y mantenemos con un riego frecuente, unas dos veces por semana (teniendo en cuenta las posibles lluvias), podremos cosecharlas unos 4 meses después.
El lugar ideal de plantación sería entre sol y sombra y es importante saber que no debemos sembrarlas cerca de plantas de su misma familia (las umbelíferas) porque no son buenas aliadas pero, en cambio se asocian perfectamente con guisantes, lentejas, rábanos y tomates.
Cuidados básico y trabajos básicos que hacer en el huerto en Enero en el hemisferio Norte
Es importante tener en cuenta que en enero, como en cualquier mes invernal, hay que controlar bien los riegos para evitar que nuestros cultivos se encharquen o hielen.
Debemos seguir cuidando de nuestro jardín, huerta o macetas a diario para que las plantas no se enfermen o estropeen.
Recomendamos comenzar cuanto antes con los cultivos de primavera, que brotarán mucho antes de lo que crees y, porque así, tendremos la oportunidad de disfrutarlos mucho más tiempo.
Podemos proteger las plantas igual que hicimos en diciembre, en caso de frío intenso o heladas: colocando capas de humus, paja o virutas de madera en el suelo, envolviendo las macetas en plástico de burbujas, usando botellas de plástico cortadas o cartones para proteger las plantas y mantener la humedad necesaria… ésas y otras muchas, son soluciones baratas con las que protegemos nuestros cultivos ya crecidos y también aislamos las raíces del frío.
En esta época del año, lo mejor es usar fertilizantes de asimilación lenta y, si vivimos en un clima frío, intentar crear nuestro propio huerto dentro de casa cerca de una ventana, ventanal o balcón orientado al sur.
En climas templados y cálidos, aunque estemos en enero, podremos seguir teniendo nuestro huerto lleno de colores sin problemas.
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