La amapola es una planta herbácea que alcanza los cincuenta (50) cm de altura (aunque hay variedades que no superan los 20 cms), su origen no ha sido determinado con exactitud, pero su cultivo se ha extendido a distintas regiones de Asia, África, Europa y en algunas regiones.
Se conoce como una especie anual, es decir, germina, crece, florece y muere en el lapso de un año, posee un recubrimiento de pelusilla con hojas dispares y desiguales, en distintas formas y tamaños.
Una característica única de esta planta, son sus hojas dentadas y con un nervio principal que se extiende a lo largo del tallo. Otra característica son sus flores, las cuales exponen un olor intenso al momento de abrirse, cubren un área de cinco (5) o seis (6) centímetros de diámetro.
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Otros nombres para la Amapola:
Su nombre etimológico proviene del arabismo “Habb” que significa “semilla” y del latín “Papaver”, se le conoce científicamente como “Papaver rhoes” o semilla roja, y comúnmente como Opio, Adormidera, Cascojo y Amapola.
Es una planta perteneciente al género de “Papaver somniferum”, es conocida por su uso en alcaloides que son obtenidos de la savia exudada, a través de métodos artificiales de perforación y extracción del fruto, siendo la base para la producción de estupefacientes y derivados.
Sus vistosas flores aparecen en la parte más baja del tallo con cuatro pétalos frágiles, el fruto tiene la forma de bóveda o cápsula, sitio de las semillas que caen de forma natural cuando el fruto alcanza la madurez. Por lo general florece en el primer trimestre del año, creciendo y germinando en el verano en las zonas medias y altas.
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Cultivo de la Amapola:
El tiempo de vida y por consiguiente de cultivo es corto, son plantas que crecen en los terrenos secos y pobres de nutrientes, pero requieren de suficiente luz solar para su crecimiento aunque puede crecer de igual manera a media sombra.
Los requerimientos de agua son escasos por lo que aquellas estancadas o encharcadas son poco tolerables. En un cultivo casero, lo recomendable es regar dos veces por cada semana, además no son plantas tolerantes a trasplantes y el sustrato es de preferencia seco al igual que los nutrientes.
Usos de la amapola:
Esta planta en especial, presenta distintos usos que de ser aplicados correctamente representan beneficios en la salud.
Otras formas de aprovechamiento incluyen tratamientos para el insomnio, problemas nerviosos, el asma, mejora del aparato respiratorio, aliviar el resfriado común, tos, y los efectos producidos por la conjuntivitis por medio de infusiones.
Es recomendable consultar con médicos especialistas al momento de comenzar un tratamiento con amapola, el uso moderado no representa riesgos, pero una sobre-medicación puede representar riesgos para la salud.
Siembra de la amapola:
El paso previo a la siembra es seleccionar las semillas, la mejor opción comprarla mediante internet para conseguir una especie que le guste según su clima o bien adquirirlas en viveros o en locales de jardinería.
Adicionalmente, es importante tomar el tiempo que dura la planta y su flor, durando hasta un máximo diez (10) meses, dependiendo de distintos factores como la especie misma y los cuidados.
Para plantarlas en maceta, es necesario contar con las dimensiones adecuadas y de preferencia elaboradas en arcilla, esto facilitará el drenaje evitará la acumulación excesiva de agua, además el uso de fertilizantes orgánicos mezclados con arena ayudará en el crecimiento.
El riego y la humedad son elementos imprescindibles pero en cantidades mínimas, el exceso de agua ocasionará la aparición de hongos que retardarán el crecimiento de la planta. La mezcla de tierra, arena y fertilizante le proporciona a la planta mayor firmeza y arraigamiento.
Recolección de semillas de amapolas:
El proceso para la recolección de semillas de amapolas es muy sencillo, si no es recolectada caerá al suelo y será degradada de forma natural por el clima y el terreno o incluso pueden convertirse en plantas invasores en siembras aledañas.
Cuando la flor comience a desprenderse de sus pétalos, la cápsula comenzará abrirse de manera progresiva exponiendo su semilla, este es el momento adecuado para comenzar su recolección, cortando el tallo horizontalmente, luego se coloca boca abajo y se sacude dentro de un contenedor o recipiente desprendiendo las semillas, este procedimiento evitará posibles contaminaciones y daños en la semilla.
Multiplicación del opio o las amapolas:
Por ser una planta sensible a los trasplantes, su multiplicación es únicamente por semilla, procurando que la siembra sea directamente en el lugar definitivo.
Se inicia preparando el suelo, arrancando las raíces, malezas y demás desechos orgánicos, a posterior se labra un poco la tierra para mejorar el arraizado. En suelos muy densos, conviene agregar una mezcla de arena con tierra abonada, esta técnica evitará los encharcamientos y favorecerá con el drenaje.
Si el pH del suelo es muy alto una enmienda de calcio será suficiente para evitar la aparición de algas y dolomitas.
Luego de preparada la tierra, se nivela un poco con rastrillo, distribuyéndola uniformemente en el cultivo para su posterior riego, solo será menester un leve rocío de preferencia con un aspersor o en su defecto utilizando el método de riego por goteo.
El germinado se causará pasadas la primeras dos (2) o tres (3) semanas, cuando las plántulas comiencen el desprendimiento de las hojas, y es cuando se procede al repicado conservando una distancia de cinco (5) a quince (15) centímetros entra cada planta.
Plagas y Enfermedades de las amapolas:
Los trips y los pulgones son insectos que pueden producir daños en el tallo y las flores, aparecen de manera intempestiva. Identificar, controlar y atacar, son la principal regla para proteger los cultivos de amapola, aun cuando son resistentes y robustas, no son inmunes al ataque de plagas en especial de “poppy”o “afidos”.
Estos insectos chupadores extraen los nutrientes de las plantas, dejando un color amarillento en las hojas, pueden ser controlados aplicando una mezcla de piretina con jabón insecticida, otro método es utilizar depredadores naturales como las mariquitas, reduciendo considerablemente su número.
Las enfermedades están relacionadas con el exceso de humedad, ocasionando la aparición de moho, mildiú polvoriento y podredumbre, desfigurando y atrofiando el crecimiento de la planta, la prevención y un correcto riego pueden esquivar la aparición de infecciones que reduzcan la posibilidad de una siembra sana.