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Daikon, rábano daikon, rábano japonés, Raphanus sativus var longipinnatus

Daikon

El rábano japonés o daikon, es un tubérculo de invierno (aunque podremos cultivar si nuestro clima es suave durante todo el año), originario de las zonas costeras del Mar Mediterráneo y el Mar Negro, usado desde hace milenios en China y Japón, además de muchos otros países asiáticos y, desde hace mucho tiempo, ingrediente esencial en la dieta de los japoneses.

Es una planta anual, herbácea que pertenece a la familia de las crucíferas. Con hojas grandes, verdes y de rápido crecimiento, que también son comestibles como la raíz, aunque esta última es lo que más se consume.

El tubérculo se llama Daikon en honor a sus medidas ya que “dai” quiere decir largo y “kon” raíz, es decir: raíz larga.

La raíz, como hemos dicho, tiene una forma alargada (puede llegar a medir 50 centímetros de largo) y es, además carnosa, gruesa y de color blanco. Su sabor es muy similar al rábano rosado pero algo menos picante.

Es uno de los siete ingredientes del Nanakusa no sekkuo “Festival de las siete hierbas”, originario de China pero que los japoneses adoptaron y, hoy sigue celebrándose cada 7 de enero, día en el que consumen una sopa, desintoxicante de los excesos de fin de año y de colores blanco y verde, compuesta por; daikon o rábano blanco;  hahakogusa (hierba o maleza de algodón);hakobe o pamplina; kabu o nabo; koonitabirako o  apsana apogonoides; nanazuna (bolsa de pastor) y seri (apio chino o perejil japonés).

Daikon

A este tubérculo, se le atribuyen muchas cualidades que hacen de él un ingrediente muy solicitado tanto en gastronomía como en medicina tradicional y diferentes industrias como la dietética.

Nombres comunes: Daikon, daikon japonés, rábano japonés, mooli, lobok, rábano chino, rábano oriental, rábano blanco, rábano gigante japonés.

Nombre científico: Raphanus sativus var longipinnatus

Cultivar daikon

El cultivo del daikon es prácticamente igual que las demás clases de rábanos y aunque demanda más espacio y tiempo, no necesita demasiados cuidados. Eso sí, habrá que protegerlos en caso de lluvias y/o heladas.

Como todos los tubérculos, el mejor momento para sembrar el Daikon es aprovechar la luna menguante. Entonces, podremos plantar sus semillas de forma directa, después de haber limpiado bien la zona de plantación de malas hierbas y posibles restos de otras siembras, y colocarlas sobre la tierra cubriéndolas luego con una capa de sustrato de unos 2 centímetros de espesor y procurando una separación de unos 15 centímetros entre plantas (en el huerto o jardín) y sembrando sólo 3 o 4 semillas en cada maceta. Eso sí, el terreno deberá ofrecer profundidad para permitir un desarrollo adecuado del tubérculo.

En caso de que germinen todas las semillas, habrá que podar a ras de suelo algunas para que las que nos queden crezcan bien.

Pasados entre 2 a 5 días, germinarán y, unos 60 – 70 días después de plantarlas, podremos cosechar nuestros rábanos japoneses y consumirlos.

No debemos pasar por alto que, el Daikon, también es muy beneficioso si lo utilizamos como abono ecológico; tanto la raíz que no haya prosperado bien como las hojas trituradas, son estupendas como materia orgánica para favorecer tanto el buen crecimiento de otros cultivos como para airear suelos arcillosos, además de recuperar el nitrógeno y evitar el crecimiento de malas hierbas.

La temperatura ideal para que el cultivo prospere de la mejor forma está entre 18ºC y 22ºC y el suelo puede ser, casi de cualquier tipo, exceptuando el salino. Si, además, lo fertilizamos con compost o humus de lombriz, mucho mejor.

Riego del daikon

Para que crezcan y se nutran bien, hay que mantener la humedad del suelo de forma constante, pero siempre sin encharcarlo porque, demasiada agua provoca que el tubérculo crezca hueco y con bultos.

Por otro lado, si no se riegan lo suficiente, tendrán una estructura de hebra que no es agradable al paladar.

Un riego frecuente y periódico y sin encharcamientos, es absolutamente necesario para que nuestros Daikon crezcan sanos, fuertes y con la rapidez adecuada.

Cuidados del daikon

Ya hemos dicho que no es un cultivo que demande demasiados cuidados, excepto tierra profunda, riego y abono adecuados y evitar en lo posible el trasplante ya que no lo tolera demasiado bien.

El pH más adecuado al cultivo de rábanos está entre 5.5 y 6.8., y el tipo de suelo ideal sería arcilloso, neutro y profundo.

Cuando cultivamos rábanos japoneses, debemos tener en cuenta que, en nuestro huerto, si plantamos, sean otras plantas con las que sea compatible, como: acelgas, apio, berenjenas, espinacas, guisantes, judías, lechugas, patatas, pepinos, pimientos, puerros, tomates y zanahorias. En cambio, hay que evitar, en lo posible, plantarlos junto a brécol, col, coliflor y repollo ya que, aunque pertenecen a la misma “familia”, no son cultivos afines.

Si no proporcionamos a nuestros rábanos blancos los cuidados y atenciones mínimos, podemos encontrarnos con problemas tales como:

  • Acorchamiento y/o ahuecado del tubérculo: debido a una sobre maduración.
  • Excesivamente picante: por un exceso de calor.
  • Raíces laterales que aparecen por riego excesivo durante el período cercano a la maduración.
  • Textura dura y fibrosa: por déficit de agua.

Enfermedades y plagas del Daikon

Aunque el daikon es fuerte, también es propenso a sufrir algunas plagas o enfermedades. Aunque en la mayoría de los casos, una detención temprana y su tratamiento podrá hacer que podamos salvar las cosechas de daikon.

Enfermedades del daikon

Mildiu es el nombre que se da a varias enfermedades que se desarrollan en el interior de las plantas (frutos, hojas y tallo) provocadas por unos hongos microscópicos.

Para intentar evitar que se produzca, se debe tener mucho cuidado con el riego, evitando el exceso, mantener todo muy limpio de restos de otros cultivos y malas hierbas, y otras maneras de evitarlo son la aplicación de azufre espolvoreado alrededor de la planta o también aplicar cola de caballo.

Plagas del daikon

Caracoles y babosas, que suelen atacar a los rábanos en cuanto se ha producido la germinación. Podemos intentar alejarlos de nuestro cultivo plantando cerca capuchinas, espliego o espolvoreando, alrededor de los rábanos, trozos de hojas de laurel. También es bueno sembrar las semillas de rábano en zonas altas.

También, plantando capuchinas, espliego (lavanda) y espolvoreando las hojas de laurel, podremos combatir las hormigas, que atacan incluso antes que las babosas y caracoles ya que lo que hacen es “robar” las semillas, una vez sembradas. Esta plaga, se puede atacar también colocando serrín, ceniza o cáscara de huevo alrededor de nuestras plantas.

Las orugas pueden también ser muy perjudiciales para nuestros rábanos, haciendo agujeros en sus hojas y, muchas veces, haciendo que se pudran hojas y tubérculo.

Para evitar que se acerquen es muy útil que todo esté bien limpio de malas hierbas y restos de otros cultivos. También se pueden poner trampas (feromonas, luz) o usar extracto de ajo picante o chile, aplicándolo por la tarde cuando la planta ya no reciba luz.

Para combatir los pulgones es bueno poner jabón potásico en la parte trasera o envés de las plantas; si es una plaga muy insistente se puede utilizar extracto de Neem o Nim, que es el resultado de moler, filtrar y mezclar con agua las semillas del árbol del mismo nombre, con lo que se obtiene un plaguicida natural que acaba con las plagas, pero no mata los insectos beneficiosos para ellas.

Beneficios y contraindicaciones del Daikon

El rábano japonés, rábano blanco o Daikon, es un alimento extraordinariamente bajo en calorías, alto en nutrientes y al que se atribuyen múltiples propiedades y beneficios con respecto a la salud como son; antiartrítico, antibacteriano, anticancerígeno (específicamente contra el cáncer estomacal, por sus compuestos fenólicos) y por su contenido en nitrosamina; antiinflamatorio, antiviral, beneficioso para la salud respiratoria, desintoxicante, digestivo, diurético, expectorante, favorecedor de la pérdida de peso, fortalecedor de huesos (por su alto contenido en calcio) y sistema inmunológico (por su vitamina C) y protector dérmico.

Por el contrario, no se recomienda a las personas que sufran cálculos biliares, que consuman demasiadas veces, ni éste, ni otros tipos de rábanos, ya que podría ser perjudicial.

También hay personas que muestran intolerancia al jugo de rábano, lo que les provoca, al consumirlo acidez, ardor o molestias gastrointestinales y, muy raramente, ha habido personas que han presentado urticaria tras comerlo.

Usos del Daikon

Ya os hemos contado muchas de las propiedades que tiene esta crucífera, considerada por muchos como un súper alimento, debido a su baja aportación calórica, alto contenido en enzimas y nutrientes, elevados niveles de fitonutrientes, fósforo, potasio y vitaminas A y C (muy beneficiosas para nuestra salud), además de un crujiente, fresco, suave y agradable sabor.  

Los diferentes tipos de industria, usan el Daikon de formas muy diversas, con espectaculares resultados muchas veces.

En alimentación y cocina, se usa y consume Daikon de muchas maneras y, ya sabemos que tanto raíz como hojas, son comestibles pues bien, también sus semillas son comestibles y muy apreciadas.

Daikon en la cocina

El consumo de hojas suele ser cortadas en pequeños trocitos que se mezclan con arroz y también escaldadas o en sopa. La raíz o tubérculo se usa acompañando al sashimi (rallada), cocida, en ensaladas (cruda), en escabeche, estofada, para tsukemono (marinada), como ingrediente en sopa de miso (en trozos grandes), como acompañamiento de guisos de carne o pescado y hay también té y zumo de Daikon.

Por último, las semillas se consumen generalmente, en forma de brotes, es decir, una vez han germinado pero también es corriente cocinarlas directamente para comerlas así o mezclándolas con otros ingredientes.

En dietética, se le da, sobre todo, uso anticelulítico, descongestivo y desintoxicante, además de aprovechar sus propiedades diuréticas para usarlo en preparados para ayudar en la pérdida de peso.

En medicina, tradicional oriental se vienen usando las semillas de Daikon desde hace muchos años como tratamiento para dolencias tan diversas como el acné, colesterol alto, diabetes, dolor de garganta, edema, hipertensión, migrañas, reforzar los sistemas circulatorio e inmunitario y como tratamiento tópico de la piel, especialmente en zonas donde está agrietada.

Es necesario, siempre, consultar a un profesional antes de automedicarse con Daikon, igual que con cualquier otra planta, semilla, etc. Nunca hacerlo sin tener en cuenta su consejo y haber comentado cualquier otra medicación con receta o si estamos consumiendo otras plantas medicinales.

En resumen de la ficha del daikon

El Daikon es un tubérculo fácil de cultivar, con muchísimas propiedades beneficiosas para nuestra salud, de sabor agradable y múltiples usos.

Hoy en día, es fácil conseguir que crezca en nuestros huertos y, así, disfrutar de todo lo que nos ofrece sin tener que hacer un especial desembolso ya que, con mínimos cuidados, podremos disponer de esta crucífera durante todo el año.

Además de poder cocinarlo de muchas y sabrosas formas, podemos utilizar sus hojas, raíces y semillas para mejorar nuestra salud y sentirnos mejor.

La cultura oriental, tan diferente a la occidental, nos enseña que la naturaleza es sagrada y cuidándola recibimos de ella todo lo necesario para el día a día.

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